El mito, la ciudad y el encuentro bajo la luna roja
En la cresta de un edificio envuelto por la bruma rojiza de la ciudad nocturna, dos figuras se perfilan ante el mundo: un ángel de alas blancas, inmaculadas y un demonio de alas negras y piel incandescente. Ambos se encuentran sentados, no enfrentados, sino juntos, mirando el abismo de ventanas encendidas y calles que hieren el horizonte bajo la luna roja. Esta imagen, tomada de la portada del libro No somos tan diferentes de Landy Barco Dueñas1, inspira una narración marcada por el tono mítico, la reflexión sobre la otredad y la crítica social, enraizada en los símbolos universales de la literatura fantástica y urbana.
El mito, como señala Mircea Eliade, es una realidad paralela y sagrada que nace para dar sentido, en colectivo, a experiencias históricas y comunitarias2. En la narrativa contemporánea y especialmente en la fantasía urbana, el mito irrumpe en la cotidianidad, reconfigurando la percepción social e individual en todos los entornos, urbanos y rurales3. Así, la escena de los dos seres sobre el tejado trasciende la mera confrontación del bien y el mal: se convierte en una pregunta abierta sobre la diferencia y la posibilidad concreta del diálogo entre opuestos, con la luna -roja, enorme, sobrenatural- como testigo y catalizador de la transformación45.
Esta historia, dividida en Introducción, Desarrollo, Clímax y Final, y escrita en tono mítico y reflexivo, busca explorar, a través del encuentro de estos seres, el mito de la ciudad moderna y el conflicto, superficial y profundo, entre las razas, especies o categorías sociales. Su final, turbulento, abierto y nunca definitivo, invitará al lector a interrogarse sobre la verdadera naturaleza del mundo y la veracidad de las identidades que lo configuran.
A veces al destino le gusta jugar. Y mientras un evento se desarrolla en un lugar, a solo kilómetros sucede algo más.
Al destino le gusta jugar con sus hilos, pero estos mismos tienden a entrelazarse entre sí, a tal grado que suelen confundirse entre ellos.
Pero al final, cuando el hilo del destino es tensado, todos vuelven al lugar que corresponde.
Y así sucedió en esta historia.
⚜️
Esta historia está basada en las películas de Narnia.
NO me pertenecen ninguno de los personajes de de las películas de C. S. Lewis. Solo tengo los derechos de los personajes y situaciones inventadas por mi.