En un mundo donde los monstruos esqueleticos tenían subgeneros y razgos de animales, el mundo era algo exótico, ordenado en razas y grupos de comunidades entre especies o familia, existía una sociedad en un bosque profundo, extenso y amplio. Algunos eran más salvajes y primitivos, otros no tanto y habían descubrido otras maneras de sobrevivir sin tener que temer a el invierno o la escasez de presas, grupos de gente se formaron, recolectores, cazadores, estrategas, sanadores, etc. todos tienen un rol desde su comunidad, claro está que entre todos los esqueletos que habitan el extenso bosque, no todos se conocen o se llevan bien en la discuta por la sobrevivencia y el territorio.
Además de que tenían subgeneros, y de estos se guiaban los rangos en cada comunidad, Alfa, beta y omega, cada uno tenía un papel importante y clave, aunque debido a qué en los últimos años no han nacido omegas debido a que los omegas hace unos años morían en el parto o en discutas entre alfas,hizo que la natalidad bajara y hoy en día haya finalmente reglas de cuidado hacia el omega para prevenir que los pocos omegas que quedan mueran de una tan tonta.
también hoy en día ya se descubrió y se investigó como ajar la taza de mortalidad en el parto y como evitar enfermedades o desgarros en el omega, así que la situación esta mas calmada que hace años, pero eso no quita que un omega es un ser muy valioso en el presente.
y ahora, habiendo dejado eso claro, Nuestro protagonista dream estaba felizmente recolectando y buscando bayas junto con su gemelo, nightmare, acompañado de sus amigos ink y swap. no eran una comunidad grande pero servía, y originalmente nightmare se negaba a que ink y swap los siguieran, pero luego de escuchar las súplicas de dream, no pudo negarse y dejó que los acompañaran.
lo que no sabían es que dream conocería a su destinado ese día.
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Entre risas en la cocina, madrugadas con biberones y caricias silenciosas bajo una manta, Harry y Draco descubren que el amor no siempre viene con batallas épicas ni grandes declaraciones.
A veces, basta un susurro en la noche, una siesta compartida o una carta de Hogwarts en la mesa del desayuno.
En esta colección de momentos -sin orden, sin prisas- viajamos por recuerdos sueltos, pequeños destellos de lo que fueron, lo que son, y lo que jamás dejarán de ser:
Una familia. Un hogar. Unos adolescentes enamorados. Un amor que hace del instante, una eternidad.
Cada capítulo es una escena única, un abrazo al alma para quienes creen que el amor se encuentra en los detalles más simples.