En Lobos, un pequeño pueblo de Buenos Aires donde los secretos circulan más rápido que las noticias, la fiesta de disfraces de Zoey Ortega estaba destinada a ser el escándalo del año. Nadie imaginó que también sería escenario de un asesinato.
Vera Blake nunca quiso asistir. Entre el traje ridículo que eligió a último momento y la tensión no resuelta con su exmejor amiga, Emily, lo último que esperaba era que la noche terminara con un grito que aún hoy sigue sonándole en los oídos.
Emily aparece brutalmente asesinada en el patio trasero, y la línea que separaba los conflictos adolescentes del horror absoluto se desvanece para siempre. Entre gritos, morbo y celulares grabando, solo una persona reacciona con verdadera firmeza: Lena, la chica nueva, demasiado serena para la escena que tiene delante.
Mientras la policía intenta controlar la histeria colectiva, Vera recibe un mensaje silencioso pero devastador: una pulsera perdida, un papel arrugado... y una firma desconocida.
TODO SE PUEDE QUEBRAR.
- EL CUERVO
La culpa, el miedo y la paranoia comienzan a infiltrarse en cada rincón del pueblo. Todos observan. Todos especulan. Nadie confiesa.
Porque lo que ocurrió en esa fiesta no fue un crimen pasional. Fue una declaración de guerra.
Y apenas fue el primer golpe.
Habían pasado diez años,diez años desde que tuvo lugar la batalla de Hogwarts, Diez años hacía que Fred Weasley murió, diez años que George Weasley se sentía y siente solo sin su gemelo, diez años sin conseguir hacer un patronus en condiciones porque todos los recuerdos los tenía con su Fred, diez años desde que el niño que sobrevivió mató al que no debe ser nombrado: Voldemort. Diez años que Ron Weasley se encontraba felizmente casado con su mejor amiga: Hermione Granger. Diez años hacía que Harry Potter estaba casado con la hermana pequeña de su mejor amigo: Ginny Weasley.
La portada no es mía, créditos a su respectivo autor.