Jeon Jungkook es un joven de una dualidad desgarradora. Para el mundo, es un estudiante ejemplar de medicina en la prestigiosa Universidad de Seúl, un futuro prometedor con las manos destinadas a salvar vidas. Para unos pocos, es el chico callado que trabaja a medio tiempo en la acogedora cafetería de Eunwoo, sirviendo cafés con una sonrisa tímida. Pero en la profundidad de su ser, Jungkook guarda un secreto que consume su existencia: es un sasaeng, un fan obsesivo, y su único objeto de devoción es Park Jimin, la estrella brillante y etérea del grupo mundialmente famoso, BTS.
Mientras Jimin brilla en el escenario, rodeado de luz y amor, Jungkook se mueve en las sombras. Su habitación no es la de un estudiante, sino un santuario enfermizo dedicado a Jimin: paredes empapeladas con fotos, objetos personales robados y un diario meticuloso que registra cada paso del ídolo. Él es uno de los fantasmas que persiguen a Jimin, un número más en la multitud que grita, pero con una obsesión que traspasa toda frontera de la cordura.
El destino decide torcer sus caminos. Un día, tras un agotador ensayo, Jimin y unos miembros de BTS deciden visitar una cafetería tranquila, lejos de las miradas de los fans. El lugar que eligen es, precisamente, donde Jungkook trabaja. De repente, el ídolo inalcanzable está a solo metros de distancia, pidiendo un café con una voz cansada pero amable.
Kookmin: Jungkook Top, Jimin Bottom.
La historia toma lugar en el siglo xix, donde el príncipe JungKook es secuestrado, y al escapar de sus raptores su camino cruzará con el de un campesino, JiMin.