En la D.I.O.E., el deber es ley y la obediencia, religión.
Las órdenes no se cuestionan. Las emociones no existen.
O al menos, eso dicen los manuales.
Entre pasillos vigilados y nombres clasificados, hay secretos que nunca aparecen en los informes.
Secretos que arden en silencio.
Ella llegó con un propósito: cumplir su misión, seguir las reglas, no mirar atrás.
Pero el campo de batalla nunca es solo tierra y metal.
A veces también es una mirada que observa demasiado, un gesto que traiciona, una voz que sabe más de lo que debería.
Nadie habló de traición en los entrenamientos.
Nadie advirtió que la lealtad puede ser un disfraz,
que los aliados pueden guardar mentiras,
y que el enemigo puede acercarse con una verdad peligrosa.
Las líneas se cruzaron sin ruido.
Primero fue un error, luego un secreto...
y después, una herida que no se cerró.
Sonder.
La comprensión brutal de que incluso quien te apunta con un arma
también guarda secretos, también teme, también ansía algo que perdió.
En la D.I.O.E. no hay lugar para la confianza.
Pero cuando los secretos se revelan, el amor puede surgir...
aunque siempre acompañado de fuego.
COMPLETE: "Hay tentaciones que no llegan con cuernos y fuego, sino con una sonrisa que ilumina demasiado."
Hyunjin jamás imaginó que perder el control pudiera tener nombre propio... hasta que conoció a Felix.
Con una vida regida por la disciplina -religión, familia impecable, calificaciones perfectas- Hyunjin era el ejemplo de lo intocable. Todo lo contrario de Felix: un torbellino de libertad, provocación y caos.
Felix no solo rompe el orden de Hyunjin.
Felix es su tentación.
Su caída.
Y, quizá, su salvación.
No permito adaptaciones.
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Hyunjin-Activo
Felix-Pasivo