En un país y pueblo desconocidos, nace una niña que sería la maldición de todo un lugar.
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Atreyu es un rey muy sabio, y siempre había querido tener descendencia en todos lados, pero con una sola esposa, a la que amaba con toda su alma. Una parte de su corazón le pertenecía a esa mujer, que aguantaba todas sus miserias, aunque no eran muchas y la mujer ya ni se inmuta.
Un día, deciden tener a su último hijo, sea niño o niña, le iban a amar igual que a los demás.
Pero, hubo algo que no los reyes no sabían: la bendición que traerían al mundo, en nombre de Dios y la virgen María, en realidad sería la peor maldición que pudieron traer al mundo.
Esa niña, que en su vientre portaba la reina, tenía una maldición que la familia daba por perdida hace ya muchos años. Una vieja anciana los había maldecido, y cuando naciera su última hija, o incluso su último hijo, ese bebé que la mujer cargaba en su vientre, vendría con un pecado y una mancha en su brazo, que marcaría el futuro de esa criatura de dios, desde que nace, hasta su muerte.