Cuando los Nuevos Padres de la Patria toman el control del Ministerio de Magia, restauran un antiguo ritual prohibido: la Purga Mágica, doce horas en las que toda magia -incluso las maldiciones imperdonables- es legal.
Harry Potter, ex auror que renunció al heroísmo hace años, se gana la vida protegiendo a otros. Desencantado y solitario, solo cree en cumplir su deber y desaparecer antes de que vuelva a salir el sol.
Pero la víspera de la Purga trae un encargo inesperado: Draco Malfoy, ex mortífago y símbolo viviente de una guerra que nadie ha olvidado, pide su ayuda.
Perseguido por viejos enemigos y sombras del pasado, Draco sabe que no sobrevivirá la noche sin alguien a su lado. Y, por razones que ni él mismo comprende, ese alguien tiene que ser Harry Potter.
Encerrados en la mansión Malfoy mientras el caos se desata afuera, ambos hombres se enfrentan no solo a los ataques y a la magia oscura, sino también a los sentimientos que han enterrado durante años. Entre el miedo y el deseo, entre la culpa y la necesidad, descubrirán que algunas heridas no se curan... pero pueden compartirse.
En una noche donde todo está permitido, protegerse el uno al otro podría ser su única redención.
La vida de Draco se arruinó por una infidelidad, pero no fue él quien la realizó, ni le fueron infiel. Su madre, Narcissa, le fue infiel a su padre, Lucius, provocando que su vida se fuera desmoronando poco a poco hasta el punto de estar acabada. Siempre las parejas no son perfectas; te cambian por otra persona y no te aman de verdad. Eso lo aprendió desde que su madre le fue infiel a su padre. Draco, cuando obtiene la mayoría de edad, quiere tener un hijo, pero no una pareja, por lo que toma una decisión que cambia su vida por completo.
⚠ Advertencia ⚠
Es una relación incestuosa entre padre e hijo; tú la lees bajo tu responsabilidad, por favor, no hagas malos comentarios.