Aylén pasó años entre flashes y contratos, convencida de que el mundo se reducía a lo que ella podía controlar.
Guido recorrió escenarios con la intensidad de quien desafía todo: sin reglas, sin límites, con la mirada fija en llegar a lo más alto.
Sus caminos no debieron cruzarse, pero lo hicieron, y cada encuentro encendió una tensión que ni el orgullo ni el odio pudieron apagar.
Entre secretos, desafíos y momentos que arden, descubrirán que hay cosas que no se pueden planear... ni ignorar.