23 parts Ongoing Dicen que el mar se tragó los gritos.
Que las olas cubrieron los cuerpos y el viento arrastró las máscaras.
Pero hay cosas que el agua no puede borrar...
ni el tiempo, ni el olvido, ni la muerte.
En la isla donde alguna vez se levantaron los juegos, el aire aún huele a hierro y miedo. Las estructuras oxidadas permanecen erguidas como monumentos a la miseria humana, y bajo los escombros, algo sigue despierto.
Las almas de los jugadores no descansaron.
Siguen repitiendo su última mirada, su último error, su última súplica.
Siguen buscando un cuerpo que los escuche.
Y pronto, lo encontrarán.
Hijos.
Hermanos.
Descendientes.
Sangre nueva para un juego viejo.