Jeon Jungkook, un exitoso CEO en Nueva York, estaba acostumbrado al ruido de la ciudad, los trajes caros y los cafés de veinte dólares. Pero todo cambió cuando recibió una llamada: su abuelo en Oaxaca había enfermado, y la familia decidió que él sería el indicado para encargarse del rancho. A Jungkook no le quedó de otra más que regresar al país que apenas recordaba de niño.
Cuando llegó, lo primero que sintió fue el calor -ese que te pega en la cara y te hace sudar nomás con pararte- y el olor a tierra mojada. No sabía si reír o llorar al ver que en lugar de rascacielos había vacas, gallinas y un perro que no dejaba de ladrarle.
Fue ahí donde conoció a Yoongi, el hijo del capataz y de la cocinera del lugar. Un chavo de campo, moreno por el sol, con sombrero bien puesto y una sonrisa que a Jungkook le pareció demasiado confiada.
-Quítese, usted no sabe nada -le dijo Yoongi, empujándolo un poco para hacerse espacio.
Jungkook lo miró de arriba a abajo, ofendido. ¿Cómo se atrevía un chico de rancho a hablarle así a un CEO nacido en Nueva York?
-¿Qué tanto me ve? -replicó Yoongi-. Póngase a acarrear las vacas, que aquí ya no está en la ciudad. Mejor cámbiese de ropa, porque a la Bety le gusta corretear.
-¿Quién es Bety? -preguntó Jungkook.
Yoongi soltó una risita. -Es esa vaca... -No alcanzó a terminar cuando Jungkook gritó, porque una vaca enorme y gris empezó a perseguirlo.
Yoongi, riéndose hasta las lágrimas, alcanzó a decir:
-¡Ve, se lo dije! A mi Bety no le gustan los trajes rojos, riquillo.
Desde ese momento, algo cambió en Jungkook. Tal vez era el aire del campo, o tal vez era ese muchacho que lo desarmaba con solo una sonrisa y un "ándele pues, don ciudad".
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hellou, esta historia está inspirada en un tiktok que miré, la idea la dio la usuaria, sin embargo, yo me animé a hacerla escrita:)
espero les guste
⋆✩⋆ yoonkook obvio