(pocos capítulo pero largos)
En un mundo donde la tragedia marcó a la familia Todoroki de una forma distinta, el destino de los hermanos cambió para siempre.
Shoto Todoroki no fue el hijo prodigio. Marginado y olvidado por Enji, nunca recibió la atención ni el entrenamiento que necesitaba. Su poder, inestable por la falta de entrenamiento adecuado, lo llevó a perder el control provocando un incendio en Sekoto. Todos lo dieron por muerto.
Pero Shoto sobrevivió.
Quemado en su lado sensible al calor, marcado y convencido de que nadie lo buscó, renació en las sombras. El mundo lo desconoce, pero en el bajo mundo ya circula el nombre de un nuevo villano enmascarado, con un poder deformado y una furia inquebrantable.
Mientras tanto, Enji cambió. La supuesta muerte de su hijo menor le enseñó la fragilidad de la vida y el peligro de su propia obsesión. Por primera vez, giró la mirada hacia sus hijos con verdadera atención. Y encontró en Touya un potencial que jamás había comprendido del todo.
El cuerpo de Touya, en lugar de sucumbir, había mutado con los años. Sus llamas podían transformarse en un frío ardiente, un fuego inverso que no quemaba, sino que congelaba todo a su paso. Aprendió a equilibrar este contraste, a modular su poder con disciplina y a usar guantes especiales que le permitían acceder a su faceta ígnea sin riesgo de autodestrucción.
Bajo la guía más responsable de Enji, Touya no se rompió como en el destino original. Se graduó en la U.A. como uno de los estudiantes más prometedores. Su nombre como héroe profesional pronto comenzó a sonar con fuerza: Frostflame, el héroe que dominaba tanto el hielo como el fuego.
Dos caminos opuestos.
Dos hermanos destinados a encontrarse.
Uno vive bajo la luz, el otro en las sombras.
Y cuando el mundo descubra la verdad... nada volverá a ser igual.