Eran tan diferentes, pero estaban destinados.
Tan opuestos, que el destino pareció jugar a juntar dos almas que nunca se habrían buscado... pero que terminaron encontrándose igual.
Candela Vetrano era una chica de corazón tierno y mirada de mar.
Soñadora, dulce, con esa sonrisa que parecía encender los días nublados. Creía en el amor a primera vista, en los pequeños gestos, en los detalles que no se compran: flores recogidas del camino, cartas escritas a mano, promesas que se dicen en voz baja. Era una romántica empedernida que todavía esperaba un amor verdadero... sin imaginar que aparecería en forma de risa fuerte, camiseta de fútbol y mirada traviesa.
Ramón no creía en el amor. Nunca lo había hecho.
Había salido con chicas que lo admiraban, que se reían de sus bromas, que caían fácilmente rendidas ante su encanto de chico gracioso, de "fifas" encantador.
Todas, excepto ella.
Candela no lo miró como los demás. No se deslumbró por su fama entre los amigos ni por su sonrisa. Lo trató con amabilidad, sí, pero también con esa calma que desarma.
Y fue ahí, en ese instante tan simple, cuando el mundo de Ramón cambió.
No abra escenas +18 porque puedes que sea incómodo para ellos y no los voy a sexualisar
Aclaración algunas ideas son tomadas de tik toks okey :)
Perdón si hay algunas faltas de ortografía :>