Cinco meses. Ese es el tiempo que ha pasado desde aquella noche. Cinco meses desde que Sofía, una doctora con más carácter que paciencia, se cruzó en una taberna con un espadachín de sonrisa torva, brazos imposibles y mirada de "no busco líos"... justo antes de meterse en el mayor lío de su vida.
Aquella noche fue fuego, sudor y promesas sin palabras. Zoro desapareció antes del amanecer, como si el viento se lo hubiese tragado, dejando solo el olor del ron, el eco de una carcajada y un recuerdo que se le metió bajo la piel. Sofía juró olvidarlo. Pero el destino -ese bromista cruel- tenía otros planes.
Porque cinco meses después, con la barriga ya redonda y la determinación de una mujer que no se deja arrastrar por nadie, Sofía vuelve a encontrarse con él. En otra isla, en medio del caos, con los Mugiwara de por medio y el corazón hecho un nudo.
Él no lo sabe. Ella no sabe cómo decirlo. Y entre mareas, piratas y miradas que arden más que el sake, los dos descubrirán que hay fuegos que no se apagan con el tiempo. Que hay encuentros que marcan una vida entera. Y que, aunque el Nuevo Mundo esté lleno de peligros, no hay nada tan temible como volver a sentir lo que creías enterrado.
Una historia de pasión, orgullo y segundas oportunidades en alta mar.
Porque cuando el destino se empeña... ni el mejor espadachín puede escapar.