Hikaru pensó que la felicidad podía reconstruirse, que bastaba con amor, paciencia y tiempo. Su alfa, Yoshiki, lo miraba con ternura, lo cuidaba, lo protegía...Pero cada caricia tenía una sombra.
Cada sonrisa, un nombre que no era el suyo.
Porque antes de él, hubo otro Hikaru.
Uno que reía más alto, que vivía con luz, que murió dejando un vacío imposible de llenar.
Y aunque ahora Yoshiki duerme a su lado, aún llora por aquel amor perdido en la madrugada.
Hikaru lo ama con todo su corazón -aun sabiendo que su lugar está ocupado por un fantasma.
Intenta ser suficiente, intenta ser feliz, intenta no temblar cada vez que su alfa pronuncia ese nombre con nostalgia.
Pero amar a alguien que sigue viviendo en el pasado...
es aprender que la ternura también puede doler.
Omegaverse!
Yoshiki alfa
Hikaru omega