Cenizas de Ébano

Nadie la mira dos veces.
Quizá porque no devuelve las miradas, o porque tiene la clase de belleza que no busca atención, sino silencio.
Su hombre es Ivanna Morel, y aunque parezca fría, su pasado arde bajo la piel.
Un pasado que aprendió a esconder, junto con las cicatrices que no se ven.
Él, en cambio, es todo lo que ella juró evitar.
Luca Deveraux.
Un nombre que huele a pólvora, poder y peligro.
Hijo de una familia mafiosa francesa, exiliado en la ciudad para limpiar los rastros de una guerra entre clanes que nunca terminó.
Dicen que no siente nada.
Pero cunado la ve, sonríe como si la reconociera.
Como si su calma helada fuera el reto que siempre buscó.
Ella intenta mantenerse lejos.
Él no entiende el significado de la distancia.
Y cuando sus mundos chocan, el fuego no perdona.
Entre traiciones, venganzas y sangre, descubrirán que el amor no siempre salva... a veces destruye más lento.
Pero hay cosas que, aunque deberían morir, simplemente no saben hacerlo