DAN Y EVA

¿Y si nuestro destino estuviera pactado para girar infinitamente en un círculo de vidas, una y otra vez, sin poder recordar? ¿Y si, por el contrario... sí pudieses recordar? Allí está Daniel, al borde del abismo, simplemente cansado. Su maldición lo había seguido por demasiadas vidas. Lo insípido y doloroso de otra existencia sin sentido lo golpeaba a cierta edad, empujándolo siempre hacia la misma decisión: terminar con todo y volver a empezar. Pero fue allí, en ese límite entre el vacío y la luz, cuando en un destello la vio. Asustada. Confundida y sin comprender lo que ocurría. Sus ojos se conectaron y un simple "no saltes, por favor" lo cambió todo. Le salvó la vida. Era ella. Su razón. La de tantas vidas sin vida. Lo entendió al fin: ERAN UNO Solo que aún sus memorias no le habían llegado. Aún había tiempo. Tenía que salvarla. De ella misma.