BORRADOR: reflejos del yo en el otro

Este es un manuscrito que iré actualizando cada tanto para descomprimir un poco de H I L O S.

Nuestros protagonistas ven las grietas con distintos focos, pero que apuntan al mismo problema. Uno de ellos ve la raíz, entiende a la persona y sus acciones sin justificarlo. El otro, en cambio, cree en el deber de vivir, aunque nuestros orígenes crean los marcos de nuestro mundo para él sigue siendo nuestra opción y deber cambiar esos patrones.
Aunque sus perspectivas enfocan la misma problemática desde un ángulo distinto ambos están de acuerdo en algo: no todas las acciones son accidentes. Hay un punto, un límite marcado en la vida, donde tus acciones son intentos desmedidos de lastimar a alguien de forma consiente. Hay dolores que no son casualidades.
Curiel está aprendiendo a cerrar una herida después de meses encerrado en una relación abusiva. Cree haber mejorado, hasta que llega Zacarías.
La filosofía no es su único debate. Los prejuicios, las doble varas, las conveniencias, los acuerdos, las amistades y la moralidad, también se ponen en juego cuando dos filosofías de vida deciden elegirse una noche de alcohol.