SPAGHETTI, BON APPÉTIT

SPAGHETTI, BON APPÉTIT

En el centro del escenario se encontraba Bella Rossi, una reina entre delantales. Su plato estrella, el Spaghetti Amore Perfetto, estaba a segundos de la victoria. Pero una expresión de éxtasis en el rostro del crítico se convirtió en horror, y el caos se desató.

"La comida no mata sin ayuda. El criminal usó la cocina. Todo es evidencia," siseó el Jefe de Detectives Leonardo Moretti, con una voz de barítono que sonó ruda en la delicadeza del palacio.

El viaje de Milán a Nápoles era un estudio de contrastes. Leo, sentado en el asiento del copiloto del Maserati de Bella, parecía profundamente incómodo. "Si usted condujera un poco más rápido, ya habríamos llegado," se quejó.

"Mancini no está amenazando a Bella. ¡Te está esperando a ti, Rapunbella! ¡Quiere que te asustes y corras hacia él!" gritó Leo.

En ese instante de distracción, Bella, la Rapunbella de Leo, actuó. Con la rapidez del chef que sabe dónde está cada utensilio, descolgó la sartén de hierro fundido de la pared.

"¡Bon Appétit, Dario!" gritó Bella. La sartén, pesada y brutal, golpeó el codo del asesino, neutralizándolo.

"No puedo ser perfecto, Bella," dijo Leo.

"No, pero eres auténtico," replicó ella.

Conoce a la chef Michelin (Isabella) y al jefe de detectives (Leonardo) qué tienen que trabajar juntos para resolver el caso del Spaghetti envenenado.
Aunque sus personalidades no ayudaran mucho.
Sumérgete en las páginas y ayuda a resolver el caso junto a ellos.