Hace un siglo, en los días más caóticos de Orario, existió un aventurero que superó los límites de la fuerza humana. Su nombre era Bell Cranel, un hombre cuya presencia hacía vibrar el aire y cuyo poder recordaba el rugido de los cielos.
Los dioses lo admiraban, no por temor, sino por deseo. Todos querían tenerlo en sus filas, ser testigos de su ascenso y de su inevitable caída. Pero Bell nunca se arrodilló ante ninguno.
Con el tiempo, alcanzó la cima... y allí encontró el vacío. No quedaban enemigos, ni retos, ni sentido. Entonces, una voz desconocida le susurró:
"Si el mundo ya no puede seguirte, duerme. Y despierta cuando el trueno vuelva a necesitar un nombre."
Cien años después, en un pequeño pueblo al borde del mapa, nació un niño diferente.
Su cabello blanco azulado brillaba como un relámpago bajo la luna, sus ojos rojos parecían cortar la oscuridad, y finas marcas en forma de rayos surcaban su piel bajo los ojos.
Su nombre era Bell Hajime.
Nadie lo sabía aún, pero el trueno... había vuelto a resonar....
En las afueras de la ciudad se comienza a surgir el caos con la llegada de cierta peliplata a la ciudad de Orario al enterarse de una noticia en específico.
"Bell Cranel esta saliendo con una mujer de la familia Astrea"