Eret, hijo de Eret, forjador de su propio destino entre el hierro y el fuego, jamás imaginó que su camino se cruzaría con el del heredero de Berk: Leif, primogénito de Estoico el Vasto.
Se conocieron no con palabras, sino con acero y rugidos de dragones. Eret era un cazador curtido, un mercenario del mar, acostumbrado a cazar bestias para Drago Manodura; Leif, un joven vikingo impulsivo, criado bajo el peso de un linaje de guerreros y la sabiduría de su padre.
Aquel día, en medio de una emboscada de cazadores de dragones, Leif irrumpió con la fuerza del trueno, montando a su Stormcutter, y cambió para siempre el rumbo de Eret. Lo que comenzó como desconfianza y desafío se transformó en respeto... y, más tarde, en una alianza que ninguno de los dos supo explicar del todo.
Porque en tiempos donde los dragones volaban libres y los hombres aprendían a no temerles, también nacían amistades imposibles... forjadas en fuego, viento y destino.
A los doce años, Nessy fue testigo de una noche que jamás olvidaría: una mujer entró en su casa con un solo propósito... quitarle la vida a su padre. Pero lo que quedó grabado en la niña no fue el crimen, sino los ojos grises de aquella desconocida, tan hipnóticos como imposibles de olvidar.
Con el paso de los años, las cicatrices del maltrato y la obsesión por esa mirada moldearon a Nessy hasta que el destino la enfrenta de nuevo a aquella mujer. Y entonces, la fascinación se convierte en un juego peligroso, porque la misteriosa asesina también empieza a obsesionarse con ella.
Entre secretos enterrados, verdades prohibidas y lazos ocultos, ambas descubrirán que el pasado las une mucho más de lo que deberían. Y que lo que podría destruirlas se convierte en una pasión tan peligrosa como inevitable.
Un amor nacido de la obsesión... un secreto que lo cambia todo.