Nathan Gynes, un detective privado con la amargura de un soldado que no pudo redimir su pasado, vive al margen de las leyes de la Vieja Nova. Cuando la joven Sheryl McHamon desaparece sin dejar rastro, su caso lo arrastra hacia donde la policía jamás mira: los Bajos Mundos.
Guiado por una deuda moral de la guerra de 1923 que lo consume, Gynes desciende a un laberinto de túneles olvidados, donde la tecnología dieselpunk del régimen -grandes bobinas y maquinaria oxidada- ha abierto una puerta que no debía.
Pronto, el caso se convierte en algo más que una investigación: Nathan es atacado por visiones intensas. Sheryl, una médium, no está secuestrada; está siendo usada. Ella se comunica con él, mostrándole un mapa y la urgente necesidad de un nuevo arsenal para sobrevivir a las abominaciones mutantes que custodian el corazón de la ciudad.
Ahora, con un revólver inútil y un oído atormentado por un constante zumbido psíquico, Nathan Gynes debe ir contra todo pronóstico. Su única misión es alcanzar la Central Subterránea, un lugar donde la ciencia y el horror cósmico convergen, antes de que lo que el régimen ha desatado consuma toda Nova Proletaria.
[*Mis historias se leen y se interpretan como si estuvieras leyendo y jugando un videojuego.*]