Daimon: Ángel mío

Daimon.
Del griego δαίμων: "portador del destino"

Esta historia nace del deseo de reparar a los que tantos relatos dejaron sin voz: el dolor de los que por siglos llamaron monstruos, y la ternura de quienes tuvieron el infortunio de ser condenados en un mundo tan cruel, padeciendo por ser distintos. Una historia ambientada en el universo de Frankenstein, creado por la ilustre Mary Shelley, en dónde se imagina un encuentro que sana las heridas de dos seres marginados: el de una criatura solitaria, abandonada por su creador y una mujer encerrada por su saber, desgarrada por el dolor. Dos almas que se guían a pesar de apenas poder andar, que se reparan a pesar de estar hechos pedazos.
Un pequeño relato que deja ver que los monstruos dejaron de ser los fantasmas y seres que se escapan de nuestro entendimiento, a veces los verdaderos monstruos se visten de piel humana y caminan junto a nosotros, ocultando su maldad. Mientras que la bondad más pura y la compasión más profunda puede brotar de aquellos seres que el juicio y la ignorancia han condenado de estar manchados con el impío estigma de lo que no se comprende.

(Imagen de la criatura usada en la portada de el siguiente escrito pertenece al cosplayer @antiquated.omesn. Síganlo, es buena onda)