En un mundo donde las paredes son la única verdad y la supervivencia el único credo, la nobleza de Marley se aferra a sus máscaras. Rose Valenstein, la joya más pura de la cúpula marleyana, creció entre sedas y protocolos, ajena a la sangre que cimentaba su estatus.
Pero la verdad es un zafiro frágil. Con la ayuda secreta de Porco Galliard, el fiero Titán Mandíbula, Rose descubre una traición que rompe su mundo en mil pedazos: el asesinato de su amada nana a manos de su propio padre. Su lealtad se desintegra. Su corazón, noble y compasivo, solo encuentra refugio en el amor prohibido de Porco.
Hasta que el infierno de Liberio se desata.
En medio de la masacre orquestada por la Legión de Reconocimiento de Paradis, Rose es arrebatada de los brazos de Porco, secuestrada por el demonio Eren Jaeger. Su vida, un lujo delicado, se convierte en una valiosa moneda de cambio. A bordo de un dirigible envuelto en muerte y traición, Rose es testigo del brutal precio de la guerra y de la fría, analítica mirada del Capitán Levi Ackerman, el hombre que la ve no como una mujer, sino como una "ficha" en un tablero sangriento.
Cárcel de piedra, frío implacable y el incesante goteo del agua son ahora su realidad. Mientras Rose lucha por mantener su esencia en un mundo de bestias y estrategias, la Legión de Reconocimiento descubre que la hija del Ministro de Marley no es la enemiga que esperaban, sino una víctima, una fuente de verdad y, para algunos, una incomprensible chispa de humanidad.
¿Podrá un corazón de zafiro roto sobrevivir al pragmatismo de la guerra? ¿Qué destino le espera a la noble Rose en una isla de demonios? Y cuando Porco Galliard, cegado por la desesperación y el amor, finalmente irrumpa en Paradis en busca de su amada, ¿será Rose la misma mujer que juró proteger, o el cautiverio forjará una nueva lealtad, una más allá de las paredes y de los nombres?
Dos mujeres opuestas se cruzan en el brillo falso del Miss Universo: Stephany, rígida y disciplinada; Fátima, libre y desbordante. Lo que debería ser rivalidad se vuelve una atracción que desafía su autocontrol y las reglas del certamen.