𝗘𝗡𝗧𝗥𝗘 𝗘𝗟 𝗥𝗘𝗡𝗖𝗢𝗥 𝗬 𝗧𝗨𝗦 𝗥𝗘𝗖𝗨𝗘𝗥𝗗𝗢𝗦.

Mingi nunca creyó en el amor verdadero. Lo había intentado una vez, y terminó roto, traicionado por quien juró quedarse. Desde entonces, se convirtió en lo que juró nunca ser: un mujeriego sin rumbo, coleccionando cuerpos pero evitando corazones. Hasta que lo vio a él. Jongho. El chico de mirada serena y sonrisa que parecía esconder tormentas. El problema no era solo que Jongho fuera diferente... era que Jongho era la pareja actual de su ex.

Lo que comenzó como una atracción prohibida se convirtió en una obsesión silenciosa. Mingi lo observaba desde lejos, odiándose por sentir, por desear, por imaginar. Pero el destino, cruel y caprichoso, los cruzó en el momento menos esperado. Jongho se acercó. Le habló. Lo tocó. Y Mingi, contra todo lo que había construido para protegerse, cayó.

Dejó todo por él. Las fiestas, los besos sin nombre, las noches sin sentido. Se entregó con una intensidad que asustaba. Jongho parecía corresponderle, pero cada vez que Mingi pensaba que lo tenía, Jongho se alejaba. Lo confundía. Lo hería. Lo hacía dudar de sí mismo. Cuatro veces. Cuatro veces lo hizo creer que esta vez sería diferente. Cuatro veces lo dejó solo, con el corazón hecho trizas y los recuerdos como cuchillas.

Jongho lo metió en un mundo de mentiras, de promesas vacías, de juegos emocionales que Mingi no sabía cómo ganar. Cada vez que intentaba alejarse, Jongho volvía con palabras dulces y gestos que parecían sinceros. Y Mingi, débil ante él, volvía a caer. No era amor. Era dependencia. Era dolor disfrazado de esperanza.

Ahora, Mingi se encuentra en el abismo entre el rencor y los recuerdos. ¿Cómo se odia a alguien que te enseñó a sentir de nuevo? ¿Cómo se olvida a quien te destruyó con caricias? Esta no es una historia de amor. Es una historia de heridas, de decisiones que duelen, de verdades que se esconden detrás de miradas. Es la historia de Mingi, que dejó de ser él mismo por alguien que nunca lo eligió del todo.