Jake Connors y Yessa Connors se conocieron siendo apenas unos niños, y contra todo pronóstico, su amor creció con los años, se casaron jóvenes y formaron una familia con sus hijos, sin embargo, la vida mafiosa, peligrosa y violenta de Jake, obligó a Yessa a alejarse para protegerlos.
A pesar de la distancia, el lazo entre ellos nunca se rompió, entre amenazas, sacrificios, terceras personas y reencuentros, ambos luchan por recuperar el equilibrio entre el amor, la familia y la seguridad, él vive dividido entre su mundo oscuro y el deseo de proteger a los suyos.
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⭐ No pretendo ofender a nadie con esta historia, el contenido será un poco fuerte.
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Declan Kingsley es un grandioso jugador de hockey con un futuro prometedor, sueña con jugar para un equipo de la NHL cuando se gradúe de la universidad y ser el mejor. Siempre ser el mejor.
Se ha enfocado tanto en sus sueños que se ha olvidado de las otras cosas importantes en su vida, el amor, aunque sí que ha disfrutado de un sinfín de citas y chicas, pero jamás ha buscado una relación seria.
Cuando llega año nuevo y todos sus amigos están por dar el primer beso del año a medianoche, Declan siente repentinos celos y besa a la primera chica que se encuentra, Millie Harrison.
Millie Harrison jamás ha tenido novio y mucho menos ha dado un beso, por lo que se ve más que sorprendida cuando uno de los jugadores de hockey más codiciado en el campus de su universidad decide besarla.
Después de un par de sucesos, Millie decide enfrentarlo y proponerle algo de lo que ella cree que ambos podrían arrepentirse después, una relación falsa, pero ella está desesperada y necesita la ayuda de alguien como Declan, quien al parecer no solo está dispuesta a ayudarla, sino a conquistarla de verdad.