Cielo azul - Javier Altamirano

Yo no llegué al CDA buscando amor. Llegué buscando cumplir un sueño.

Siempre fui hincha de la U, de esas que se dejan la voz en el estadio y se saben todas las canciones.
Y nunca pensé que terminaría trabajando ahí, tan cerca de los jugadores que veía por la tele.

Pero nadie te dice que el fútbol no solo se juega con los pies... también con el corazón.

Entre partidos, cámaras y secretos que nadie debería saber, me crucé con Javier Altamirano.

Él, el jugador callado que todos admiran, pero que carga con la incertidumbre de no saber si se quedará en el club.

Y yo, la practicante que juró no enamorarse de nadie del plantel.

Pero en esta historia, donde la U es más que un equipo, y el cielo más azul que nunca, entendí que el amor también puede ganarse en los descuentos.