No olvides por qué comenzaste

Sadie es una diseñadora de interiores llena de éxito con una vida que se mide en plazos de entrega y una ambición que la consume. Su única tregua son diez minutos al día en la Cafetería Amador, donde la cafeína es solo un combustible y la prisa es su sombra.

Joah es el dueño de la cafetería, un hombre anclado a la filosofía de su abuelo Amador: que la vida y el café deben cocinarse a fuego lento. Para él, Sadie es la viva imagen de todo lo que la calma no puede tocar: un hermoso desastre que siempre está a punto de colapsar.

El destino se entromete cuando Sadie, en su huida, olvida su cuaderno de diseño: un diario íntimo que no solo contiene bocetos de su arte perdido, sino el dibujo de la vieja máquina de café de Joah.

Al devolverle el cuaderno, Joah no solo le entrega un objeto; le ofrece un espacio donde el tiempo se detiene: una cita diaria a las ocho y cinco de la noche, después del cierre, solo para hablar.

Pero cuando la crisis profesional de Sadie amenaza con destrozar su alma, Joah debe abandonar la seguridad de su rincón. Cruzará el umbral del café al caos industrial para demostrarle que la calma no es un lugar, sino una elección.

Una historia de amor a fuego lento donde un barista enseña a una diseñadora a encontrar la belleza en el arte de la no-prisa.