
El ser humano conoce formas de aislarse del dolor, objetos, personas, personalidades nuevas... Pero él se refugia en cuatro paredes, una pequeña cabaña que huele a madera y gardenias, un pequeño espacio donde no existe nada más que él, un espacio donde todo está bien, donde nada duele y existe. Él creo aquellas cuatro paredes para huir del cruel mundo en que vive. Él se enamoro de un alma rota que es libre en aquella pequeña cabaña.All Rights Reserved