"Te pintaré un mañana", le prometió Gyeong-seok, el jugador 246, mientras el mundo a su alrededor se desmoronaba. "Sobrevive, y te mostraré un lugar tranquilo".
Tras la fallida rebelión de la temporada 2, Gyeong-seok es dado por muerto. Pero es rescatado, solo para enfrentarse a la más desgarradora de las verdades: ocho cajas negras contienen los cuerpos de quienes cayeron, incluida Hyun-ju, la jugadora 120. La mujer que, con su fuerza de sargento y su vulnerabilidad de mujer, se había convertido en su razón para luchar y en el amor que nunca se atrevió a nombrar.
Al descubrir su cuerpo y una última carta dirigida a él, el mundo de Gyeong-seok se hunde en una oscuridad de culpa y rabia. Mientras Jun-ho y Woo-seok lidian con la pérdida de Gi-hun, Gyeong-seok deberá elegir entre hundirse en la venganza que lo consume o honrar la última petición de Hyun-ju: vivir, pintar su lugar tranquilo y encontrar la paz para ambos en un mundo que les arrebató su futuro juntos.
Una historia sobre el amor que florece en el infierno, el peso de las palabras no dichas y la promesa de un mañana pintado con los colores del recuerdo.
Los personajes y la serie no son míos derechos a su autor y creador