
Era un estallido de emociones que lo consumía lentamente. el aire, como una melodía que nadie podía detener, una explosión de emociones que aún no sabía a dónde los llevaría. Y así, con sus manos casi rozándose, sus corazones latiendo demasiado rápido y sus secretos intactos, ambos sabían algo: la chispa estaba viva, ardiente y quizás... indomable.All Rights Reserved