secreto en una noche bajo la luna plateada

Bajo la luna plateada, iluminadas por un suave resplandor que entraba por la ventana, dos almas compartían un secreto envuelto en silencio. La noche era cómplice, con el cielo cubierto de estrellas que parecían vigilar discretamente su encuentro.

Una luz dorada, cálida y tenue, delineaba sus figuras: la del cabello encendido como el fuego del atardecer y la de la cabellera plateada que reflejaba la misma luna que las contemplaba. Frente a frente, en una mesa con copas de vino y el aroma sutil de la rosa que una de ellas sostenía, el tiempo pareció detenerse.

Sus miradas se cruzaban con timidez y anhelo, como si cada palabra no dicha flotara entre ambas, atrapada en el aire perfumado de la noche. Era un instante frágil y eterno, un secreto compartido entre dos corazones que latían al compás de un susurro apenas audible: el de un amor encontrado en el resguardo de la oscuridad, bajo la luna plateada.