No todas las historias de amor comienzan con una mirada. Algunas empiezan con una pelea.
Ella llegó como un desconocido, se volvió una rival, enemiga... y sin querer, lo cambió todo.
Entre discusiones, silencios y promesas rotas, aprendieron que el amor no siempre es luz; a veces es fuego, a veces sombra.
Se odiaron, se desearon, se perdieron y volvieron a encontrarse, una y otra vez, como si el destino no se cansara de unirlos.
Esta no es una historia perfecta, es una historia real: de dos almas que, pese a todo, se eligen incluso cuando no deberían.
Margot Fontaine tenía una carrera brillante como pianista en la elegante Londres. Un futuro armonioso junto a su perfecto prometido. Una vida construida entre lujos, conciertos y sonrisas fingidas.
A ojos del mundo, lo tenía todo.
Todo lo que -según ellos- una mujer debía desear.
Pero Margot vivía en un mundo de hombres. Uno donde el poder se heredaba por sangre... siempre y cuando esa sangre no corriera por venas femeninas.
Aunque era la única hija del líder de la organización criminal más temida de Francia, su destino estaba sellado: obedecer, callar y sonreír.
Y lo hacía. Hasta que lo conoció a él.
No era solo el socio de su novio. Era el caos hecho carne.
Un hombre envuelto en sombras, ambiciones peligrosas y una libertad que olía a pecado.
Todo lo que Margot deseaba. Todo lo que se suponía debía temer.
¿Y si en lugar de huir de él, lo dejaba entrar? ¿Qué ocurriría si ese amante prohibido se convirtiera en su aliado? ¿Si juntos intentaran derribar al mismísimo rey... su padre?
Hay cadenas que se heredan. Cadenas invisibles que oprimen, marcan y deforman. Pero no todas están hechas para ser arrastradas.
¿Será Margot capaz de romper las suyas... o terminará encadenada a una vida que no eligió, solo para no despertar al caos que amenaza con devorarla?