ᴇɴᴛʀᴇ ᴇʟ ᴄɪᴇʟᴏ ʏ ʟᴀ ᴛɪᴇʀʀᴀ - ᴇɴᴊɪɴ (ガチアクタ)

El frío siempre fue su primer recuerdo.
Niniel perdió a su padre una noche cualquiera, bajo el peso de una promesa y un rosario que aún guarda el eco de sus últimas palabras. Desde entonces, busca calor -en la gente, en los lugares, en el silencio mismo-, como si en cada respiración intentara revivir un fuego que se apagó demasiado pronto.

Años después, su camino la lleva al mismo lugar donde los vivos limpian las sobras del mundo: el Distrito de los Conserjes. Allí, entre el olor a metal y el ruido de la basura, Niniel descubrirá que su herencia no es solo un jinki, sino un lazo con algo mucho más antiguo... y peligroso.

Y cuando un hombre de sonrisa torcida y ojos cansados fije su atención en ella, comprenderá que algunas promesas no se rompen: simplemente cambian de manos.