La vida de Motohama era terriblemente ordinaria. Como el miembro con lentes del infame "Trío Pervertido" de la Academia Kuoh, su único talento discernible era calcular con inquietante precisión las tres medidas de cualquier chica que se cruzara en su camino. Vivía a la sombra de la exuberante energía de Issei Hyoudou, conformándose con ser un personaje secundario en la historia de su mejor amigo. Todo cambió la mañana después de que Issei, según los rumores, fuera brutalmente asesinado en una cita.
Mientras el dolor y la confusión se apoderaban de Matsuda y de toda la escuela, algo más profundo y antiguo se agitaba en el interior de Motohama. Esa noche, un torrente de recuerdos que no le pertenecían irrumpió en su mente: la vida de un joven mexicano, un otaku obsesionado con el folclore de Type-Moon y el concepto de los Mystic Eyes of Death Perception. Al despertar, no solo cargaba con la sabiduría y los traumas de su yo pasado, sino que su visión mundana se había transformado para siempre. Ahora, además de las curvas femeninas, veía el fenómeno más aterrador: un entramado de líneas y puntos flotantes que recubrían toda la existencia, las "Líneas de la Muerte".
Aturdido y aterrorizado, intenta reanudar su vida, ignorante por completo de que Issei fue revivido como un Devil por la misteriosa y bella Rias Gremory. Mientras el nuevo Devil y su maestro, Asia Argento, se embarcan en sus propias aventuras, Motohama camina por un camino paralelo y mucho más siniestro.
Motohama, armado con el conocimiento de su vida pasada, comprende la magnitud de su poder. Ya no es el chico débil y secundario. Es un asesino de facto, capaz de "matar" anything, desde un objeto inanimado hasta un concepto abstracto como un hechizo o una maldición. Decide usar este don no para ser un héroe como Issei, sino para forjar su propio destino y construir el harem que siempre soñó, pero esta vez, desde una posición de poder absoluto e intimidante.
Todo iba bien... hasta que Hawkins volvió a romperse. Desapariciones extrañas. Criaturas en las sombras. Puertas que se abren solas. Y, por alguna razón, él siempre está ahí.
Lo que empezó con miradas de desprecio y sarcasmo mal disimulado, se convierte poco a poco en algo más complicado: silencios incómodos, rescates inesperados, y sentimientos que no tienen sentido, pero que tampoco se van.
En un pueblo donde los monstruos se esconden en las paredes y la pérdida es parte del paisaje, tal vez lo más peligroso no es lo que espera en la oscuridad...
Tal vez es enamorarse de quien menos esperabas.