Derry siempre ha sido un lugar maldito.
Después de vencer a Pennywise en 1989, el Club de los Perdedores cree haber terminado con el terror. Pero algo sale mal... una luz roja los envuelve y, antes de poder reaccionar, despiertan en un mundo que les resulta familiar y ajeno a la vez: Derry, 1962.
Allí, el mal sigue vivo.
El payaso no sólo ha regresado: ahora juega con el tiempo.
Entre calles antiguas, radios que suenan con Elvis Presley y sombras que susurran en las alcantarillas, los Perdedores conocen a Luce, una chica misteriosa, valiente y de mirada marcada por el dolor. Huérfana desde niña y testigo de horrores que nadie más recuerda, Luce ha aprendido a sobrevivir en Derry sola... hasta que el destino la cruza con ellos.
Además, la Derry de 1962 no está vacía de otros rostros. Aparecen también la familia Hanlon -Leroy Hanlon, Charlotte Hanlon y su hijo Will Hanlon-, el enigmático Dick Hallorann, y un nuevo círculo de chicos de Derry recién atrapados por las tinieblas: Lilly Bainbridge, Ronnie Grogan, Teddy Uris, entre otros. 
Juntos deberán descubrir por qué el pasado los reclamó y qué quiere realmente Pennywise. Pero el tiempo es inestable, los recuerdos cambian y no todos los que regresan saldrán con vida.
Entre amistad, miedo y amor, el Club de los Perdedores y sus nuevos aliados descubrirán que a veces los monstruos no viven en las alcantarillas, sino en el pasado que uno intenta olvidar.
Lando pensaba que su sueño era ganar su cuarto título mundial. Hasta que conoció a Alice, alguien que le cambió la forma de ver la vida por completo, pero su ego no le permite estar junto a ella de manera estable.
¿Podrá conocer la verdadera felicidad? ¿Qué pasará con ellos en el resto de su historia?