LOBOS DE CRISTAL

En un mundo donde los alfas gobiernan bajo juramentos antiguos y los omegas son vistos como el equilibrio del poder, Gao nació destinado a ser el compañero del heredero.
Desde niños, su vida estuvo entrelazada con la de Shen, el alfa categoría S llamado a convertirse en el próximo rey. Ambos crecieron bajo la promesa de un futuro compartido: dos almas bendecidas por los dioses, unidas por la luna y la sangre.

Pero el destino fue cruel.
A diferencia de otros omegas, Gao nunca desarrolló su lobo interior, el espíritu que representa la madurez y la fuerza de su estirpe. Su cuerpo permaneció silencioso, vacío, como si la luna lo hubiera olvidado.
Y cuando llegó el día del ascenso de Shen al trono, el secreto se volvió público.

Frente a todo el reino, Shen rompió el compromiso, su voz firme, su mirada helada, su deber más fuerte que su corazón.
"Un omega sin lobo no puede ser consorte real."

El eco de esas palabras marcó el fin de todo.
Gao huyó del reino, no solo avergonzado, sino también decidido a proteger el nombre de su familia de la deshonra. Entre las montañas del norte, donde la luna nunca se muestra completa, desapareció. Nadie volvió a verlo.

Años después, cuando el reino empieza a desmoronarse y la luna sangrienta anuncia una vieja maldición, Shen descubre que la única forma de salvarlo está en las manos del mismo omega al que rechazó.
Pero Gao ya no es el mismo.
El niño frágil y callado se ha convertido en alguien que guarda un poder dormido, un lobo que despierta con la herida del amor y el rencor.

Entre el deber y el deseo, entre el perdón y la culpa, dos corazones rotos deberán enfrentarse al pasado que destruyeron... o ser destruidos por él.