Cofradía

La humanidad duerme, ajena a la verdad. Cada sombra que parpadea, cada escalofrío en la oscuridad, es un eco de la guerra silenciosa que ruge a su alrededor. En un mundo donde la verdadera oscuridad no es una metáfora, sino una entidad tangible que desafía toda lógica y comprensión, el fin ya habría llegado si no fuera por La Cofradía.

Somos los guardianes invisibles, una orden ancestral de fe y ciencia que opera desde el anonimato más absoluto. No somos héroes de leyenda, sino agentes de contención que velan para que lo Inexplicable permanezca oculto y lo Inevitable, pospuesto. Nuestra guerra es contra las abominaciones que acechan más allá de la percepción, criaturas que no deberían existir, anomalías que romperían la realidad misma si se les permitiera.

Conoce a Isidro Malleus. Forjado en la fe inquebrantable de un linaje de exorcistas, su Martillo no es solo un arma, sino el sagrado símbolo de una vocación ancestral: la aniquilación completa de lo impuro. Pero la Cofradía no es un cuento de honor; es un crisol de disciplina férrea, sacrificio incesante y verdades tan brutales que podrían destrozar la mente más fuerte.

Desde las profundidades olvidadas de las Catacumbas, donde los ecos del abismo resuenan, hasta los rincones más oscuros del alma humana que la Sombra busca corromper, la Cofradía moldea a sus miembros con fuego, dolor y una disciplina implacable. Aquí, cada regla es una barrera contra el caos, y cada sacrificio, un pacto con la supervivencia.

Pero, ¿qué sucede cuando la fe más pura choca contra la disciplina más fría y calculada? ¿Qué ocurre cuando las líneas entre el cazador y la presa se difuminan en la sombra, y el enemigo no es solo lo que se oculta fuera, sino también lo que se esconde dentro?