Las Seleneidas de Luna Brillante

Escuchad todos. Escuchen muy bien.

He aquí las hazañas, las penas y la sangre derramada.

Dorado su casco, y emplumadas sus grebas
, volaba cual pegaso, de manticora su furia.

Escuchad sus gritos y llorad sus tragedias
y teman a la sangre que bien sabe derramar.

Atravesó desiertos y huestes
, cual si fuera tornado, deshizo con sus fuerzas.

Mas ella amó también. Aprendió a hacerlo.

Empuñó espada y cortó cabezas por esa pasión.

Y bien que lo hizo volver sano y salvo a su hogar.

Fue nombrada heroína y el pueblo festejó día y noche.

Mas esto no fue el final. No lo es el de nadie.

Habrá de ser conocida su pena, sus gritos y sus llantos.

Serán testigos de su fuerza, virtud que aclamarán con gritos.
Y serán, en las noches frías, confidentes invisibles.

Se les será salpicada su gloria y deslizados sus misterios
, cual si fuera Deméter de forma involuntaria.

¡Así pues, siéntense todos!

¡Presten sus oídos y sellen sus labios!

Que aquí les hablaré de la guerrera
,el retoño de La Horda de cornudo casco y furia sin par
,efrentándose a un mal impensado
entre amores, temor y la sangre derramada.