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Taehyung y Jungkook siempre han dicho que se odian. Lo repiten tanto que cualquiera creería que es cierto... excepto que cada mirada, cada discusión y cada roce entre ellos cuenta otra historia.

Taehyung vive entre el cansancio, el orgullo y un corazón que late más de lo que admite. Jungkook, por el contrario, aparece en su vida como una tormenta constante: provocador, competitivo, terco... pero también sorprendentemente atento a cada herida, cada cambio de humor y cada detalle que Taehyung intenta esconder.

Entre peleas que terminan demasiado cerca, juegos que se vuelven riesgosos y silencios que pesan más que los gritos, ambos construyen una relación que nadie entiende: ni siquiera ellos mismos.
1Lo que empezó como simple rivalidad se convierte en una tensión imposible de ignorar, una línea que cruzan una y otra vez sin querer aceptarlo