Atrapada Entre Armas Y Cenizas

Dicen que todas las historias comienzan con un nacimiento o una muerte, pero la mía empezó con una sombra. Nunca conocí la paz, solo el arte de observar en silencio, aprender sin preguntar y sonreír cuando debía morder.

Crecí rodeada de secretos, entrenada para callar, perfeccionando la habilidad de no temblar frente a nadie. Me enseñaron a no confiar en lo evidente, porque la verdad siempre elige disfraz.
Hay quienes creen que el destino se encarga de guiar, pero yo descubrí que puede arrastrarte sin avisar.

No soy la protagonista trágica ni la víctima rota; soy la consecuencia de lo que otros intentaron enterrar. Y aunque todavía nadie lo sabe, todo lo que perdí fue solo el prólogo de lo que voy a reclamar. Porque hay fuerzas que no se compran, ni se destruyen, solo despiertan. Y yo, solamente estoy dormida esperando el momento exacto para despertar y tomar lo que por derecho me pertenece.