Las coincidencias no existen. El destino está atando inicios cruzados, dos flechas, disparadas en paralelo hace mucho tiempo atrás, desde diferentes direcciones. Esta es la pequeña aventura de Thaiel, quien acude al llamado del destino para completar un ciclo al que fue sometido desde el principio del los tiempos, aún sin saberlo. Escrito está su futuro, pero vacíos sus ojos, y una ciénaga por delante, embarrada por lamentos, le impide seguir. Mirtha se encuentra al final, aunque provenga del principio. El amor está prohibido, pero eso no frenará el corazón de Thai, y la razón de su latir. Alguien tiene un plan para ellos dos...