
Después de la desaparición de una familia entera en una vieja casa a las afueras del pueblo, el lugar quedó vacío... pero nunca realmente en paz. Años después, un grupo de amigos decide entrar para investigar los rumores: que dentro de la casa no se escucha absolutamente nada. No pasos. No viento. No voces. Nada. Como si el sonido mismo fuera devorado por las paredes. Pronto descubren que el silencio no es ausencia. Es presencia. Las habitaciones parecen observarlos, las puertas se cierran sin provocar un solo eco, y cada vez que uno intenta hablar, su voz se apaga antes de salir. Uno por uno, comienzan a desaparecer sin dejar rastro, como si hubieran sido absorbidos por un vacío imposible. La casa no quiere testigos. La casa no quiere ruido. La casa quiere quedarse con ellos.All Rights Reserved
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