El amanecer de una Black

Dicen que los apellidos antiguos cargan más que historia:
cargan expectativas, promesas incumplidas y heridas que se transmiten como un eco entre generaciones.
La Casa Black siempre fue un nombre susurrado, no pronunciado.
Un apellido que podía abrir puertas... o cerrarlas para siempre.

Pero ningún apellido, por más viejo y poderoso que fuera, estaba preparado para ella.

Ivory Black nació entre sombras:
bajo la fragancia fría de los lirios,
en una mansión donde nadie alzaba la voz
y donde los afectos se escondían detrás de paredes impecables.
Su madre era un misterio,
su padre un recuerdo que el mundo había borrado,
y su hogar un lugar donde el silencio pesaba más que cualquier maldición.

Aun así, dentro de aquella niña crecía una luz que no pertenecía a su linaje.
Una chispa tímida, terca, que se negaba a apagarse.
Era la misma chispa que brillaba en los ojos de su padre,
la misma que alguna vez incendió el corazón de los Black
y que ahora regresaba, más fuerte.

Ivory aprendió desde pequeña a moverse entre dos mundos:
el de las expectativas antiguas y el de la libertad que deseaba.
Entre el destino que otros intentaron moldear para ella
y el camino que su corazón comenzaba a reclamar.

Y mientras el mundo mágico se agitaba,
mientras la historia avanzaba hacia una tormenta inevitable,
Ivory estaba por descubrir que el poder no siempre nace en las familias antiguas,
ni en las bóvedas rebosantes de oro,
ni en las tradiciones que pesan como cadenas.

A veces, el poder nace en una niña que decide escribir su propia historia.

Y esta es la historia de ella.
De la niña que crecería entre luces y sombras.
De la heredera de un nombre maldito.
De la bruja que elegiría su destino.

Adaptación de los libros y peliculas de Harry Potter