Después de la brutal batalla contra Shigaraki, Dynamight se vio obligado a detenerse: quince días de reposo absoluto, quince días de primavera que prometían ser más largos de lo que jamás imaginó. Su cuerpo, exhausto y magullado, necesitaba sanar... pero no estaría solo.
Shoto Todoroki, su mejor amigo y un héroe calmado pero firme, se encargó de cuidarlo. Y no solo eso: Shoto también tenía a sus dos pequeños hijos corriendo por la casa, recordándole a Dynamight que incluso la vida de un héroe podía ser cálida y caótica a la vez. Como omega, Shoto comprendía los ritmos del cuidado y la protección mejor que nadie, y esa sensibilidad parecía extenderse también a Dynamight, quien aprendía, entre risas de niños y silencios compartidos, a dejarse cuidar sin reservas.
¿Qué secretos surgirían entre las paredes de esa casa? ¿Cómo reaccionaría Dynamight, acostumbrado al caos de las misiones, al quedar vulnerable bajo la mirada atenta de un amigo que también era padre y omega? Primavera, reposo, familia y amistad se entrelazarán en quince días que prometen cambiarlo todo, recordándole que incluso los héroes más fuertes necesitan cuidado... y conexión.