Mi nombre es Valeria López Ramos.
Alguna vez fui la mujer más temida y envidiada: la mejor sicaria de la zona, la que nunca fallaba, la que conseguía todo lo que se proponía. El poder me rodeaba, no solo por mi reputación, sino por ser la esposa -y arma favorita- de Arteaga.
Pero ese mismo poder fue el que desató mi tragedia.
En una venganza ciega, Tobías, el hermano de mi prometido, me disparó sin misericordia, aun sabiendo que llevaba una vida creciendo dentro de mí. Caí en un coma que me arrebató cinco meses de existencia. Y cuando por fin desperté, descubrí que mi mundo había desaparecido.
No estaba en mi ciudad. No estaba entre los míos.
Abrí los ojos en una casa desconocida, sencilla, perdida en un pueblo del que jamás había escuchado. Rodeada de gente que no sabía quién era yo... ni el infierno del que venía.
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