Stephanie nunca fue de esas personas que se aferran.
-Si no luchan por ti, ¿para qué quedarte? -solía repetir, como si lo hubiera convertido en su ley personal.
Ella creció aprendiendo a soltar rápido, a no mendigar cariño, a no esperar demasiado de nadie. No por frialdad, sino porque un día entendió que esperar era el camino más corto hacia la decepción. Las personas entraban y salían de su vida como si ella fuera una estación de paso, un lugar cómodo mientras encontraban algo mejor.
Por eso, Stephanie decidió que el amor no debía doler tanto. Que querer poquito era más seguro que querer de más. Que darlo todo solo te dejaba vacía.
Mateo era distinto.
Tenía esta extraña habilidad para quedarse incluso cuando el mundo parecía empujarlo a irse. No era ingenuidad; era una mezcla rara entre lealtad, esperanza y un corazón que todavía creía en la gente, a pesar de las veces que lo habían roto.
Cuando sus caminos se cruzaron, ninguno de los dos estaba buscando nada.
Stephanie quería calma, distancia, control.
Mateo quería un lugar seguro donde su corazón pudiera descansar, aunque no lo admitiera.
Ella venía de una historia llena de silencios, de promesas medias, de personas que nunca terminaban de quedarse.
Él venía cargando desilusiones que lo hicieron pensar que tal vez amar siempre terminaba en lo mismo: en quedarse vacío. Mateo ya no estaba seguro de merecer algo bonito, pero aun así seguía intentándolo.
Porque algunos encuentros no son casualidad.
Y tal vez son para hoy, mañana o para siempre.
[ BOOK 1 OF AZITERA: YTHER'S QUEEN ]
Consumed by avarice, the four human kingdoms-the Infernal Empire, the Kingdom of Caelum, the Kingdom of Treterra, and the Nayale Archipelago-betrayed their covenant with Yther of Azitera, the race blessed by deities, who protected humans for untold centuries. They slaughtered and defiled the beings that once protected them from storm, famine, poverty, and pestilence without mercy.
Betrayed by the humans they protected, the Ytherians were enslaved. Their four queens were caged, chained, and imprisoned to serve as nutrients to the human kingdoms. The once prominent Ytherians were reduced to nothing but servants.
As the four kingdoms of the human race prospered for many years since their betrayal, one news staggered them, causing them to tremble in fear and rally their armies to protect and defend their domain: Sollel-the Mistress of Flame, one of Yther's queens-had escaped her prison. Her flames will raze hell, ready to burn the souls of her betrayers.
COMPLETED
CECELIB | C.C.
COVER: ASTRID JAYDEE