La unión entre ángeles y demonios siempre fue algo inexcusable, mas por el hecho de que tal vínculo podría traer a la vida a un ser capaz de acabar incluso con un Rey Demonio.
Los Néfilim; híbridos capaces de manipular tanto como poderes demoniacos y angelicales. La raza de estos seres fue rápidamente exterminada, borrando cualquier rastro de que alguna vez ellos habían existido.
Aun así, dos de ellos consiguieron sobrevivir.
Dante y Vergil, hijos de Sparda y Eva. Los dos únicos de su raza, los cuales estaban decididos en acabar de una vez con la vida de Mundus, el Rey demonio.
Pero, de lo que ellos no eran consientes, es que había una tercera Néfilim.
Annie, hija de Elisa y Joseph.
A diferencia de ellos, su memoria no fue borrada. Su padre había preparado a su hija para que algún día, cuando toda su familia cayera ante las garras del enemigo, vengaría a todos, asesinando a Mundus con sus propias manos.
Ella deseaba con tener el podrido corazón de Mundus en sus manos para observar como la vida de este se desvanecía como cada latir.
"Ella arrancaría el corazón de Mundus con sus propias manos."
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".