Después de Juliet

Han pasado siete años desde la muerte de Juliet, pero para Daniel el tiempo nunca volvió a avanzar. Aquel día en que la sostuvo sin vida entre sus brazos lo quebró de una forma silenciosa y devastadora. Desde entonces carga su recuerdo como una sombra que nunca lo abandona, y se ha convertido en un hombre que ella no habría reconocido: alcohol, drogas, excesos y noches sin nombre. Todo para apagar lo poco que queda de la luz que alguna vez fue.

Él cree que está destinado a la oscuridad.

Hasta que Isabella aparece en su vida.

No llega para salvarlo, ni para juzgarlo. Ella simplemente lo encuentra desplomado afuera de un bar y decide quedarse a su lado. Ese gesto, tan pequeño y tan humano, comienza a abrir una grieta en la coraza que Daniel ha formado a su alrededor.

Isabella es luz, aunque sea una luz cansada: una mujer joven con ojeras, un trabajo agotador y una bebé en brazos. Pero incluso así, posee una delicadeza que logra atravesar las sombras de Daniel. Ella ve algo en él que él mismo dejó de reconocer hace muchos años.

Esta es la historia de un hombre que intentó hundirse para siempre...
y de la mujer que, sin saberlo, comenzó a sacarlo a la superficie.