Michael Teodore Thorn -"Lord"- nunca debió sobrevivir a la casa donde nació.
Creció entre golpes, castigos, alimento que apenas podía llamarse comida y noches enteras encerrado en un sótano húmedo que le quemó los pulmones hasta causarle una neumonía casi mortal.
El día en que su corazón se detuvo, lo último que escuchó fue el grito de terror de su hermano al verlo caer... y luego, nada.
Despertó en otro mundo:
una camilla, luz fría, el Dr. Samuel Ainsworth bajándole la fiebre con trapos mojados y repitiéndole que no iba a dejarlo morir.
Abandonado, desconocido, silencioso... Samuel lo adoptó como quien recoge un gato callejero que ya no espera ser querido.
Ahora, en el Internado Saint Avernus, Lord intenta aprender a existir.