Draco Malfoy tiene 23 años y cree haber encontrado estabilidad junto a Cedric, su novio de tres años.
Lo que alguna vez fue un amor tranquilo, se ha convertido en un campo de batalla lleno de acusaciones, gritos y silencios que duelen más que los golpes.
Cedric dice tener pruebas de una traición.
Fotos. Videos. Mensajes.
Pero Draco nunca vio nada... y aun así paga el precio cada día.
Agotado y roto, Draco comienza a escaparse por las noches, buscando aire lejos de un hogar que ya no lo abraza.
Y es entonces cuando conoce a Harry Potter: un joven amable, atento, casi perfecto, que aparece justo cuando más lo necesita.
Entre caricias que sanan y palabras que salvan, Draco empieza a encontrar en Harry lo que hace meses dejó de sentir en su propia casa: ternura, calma, un poco de esperanza.
Pero amar cuando estás herido nunca es fácil.
Y entre lo que Draco siente, lo que Cedric sospecha y lo que Harry despierta, nace un triángulo peligroso donde nadie sale ileso.
A veces, lo que parece amor...
también puede ser la herida que no viste venir.